El pasado 19 de enero, tuvimos el placer de participar en el programa “El Rall” de À Punt, donde compartimos una conversación inspiradora sobre cómo trabajamos en la Fundación por la Justicia para crear oportunidades de inclusión social. Durante la entrevista, abordamos algunos de nuestros proyectos más significativos, como la Escoleta Matinal de Natzaret, el impacto de la cultura en nuestra labor y las iniciativas que nos mueven tras más de 30 años de trabajo.
Escoleta Matinal de Natzaret: mucho más que un desayuno
Cuando nos preguntaron por la Escoleta Matinal de Natzaret, nos sentimos orgullosos de explicar cómo este proyecto, que comenzó hace más de una década, ha evolucionado para convertirse en un espacio integral de apoyo a menores en riesgo de exclusión social.
Hoy, la Escoleta Matinal atiende a 30 menores en coordinación con el centro Nuestra Señora de los Desamparados. El programa tiene tres pilares esenciales:
- Una alimentación equilibrada para empezar el día con energía y cubrir necesidades básicas.
- Actividades culturales y educativas que fomentan la creatividad, el trabajo en equipo y el aprendizaje, gracias al compromiso del personal voluntario.
- Asesoramiento a las familias, un espacio donde madres y padres pueden expresar sus inquietudes y recibir apoyo personalizado.
Con esta estructura, no solo buscamos atender necesidades inmediatas, sino también ofrecer herramientas que permitan a los niños y sus familias mejorar su calidad de vida y romper ciclos de exclusión.
La evolución del proyecto: inclusión a través de la cultura
Durante la entrevista, también reflexionamos sobre cómo la Escoleta ha cambiado desde sus inicios. Lo que comenzó como una forma de reducir el absentismo escolar ofreciendo desayunos, se ha transformado en una iniciativa más amplia que aborda las necesidades emocionales, educativas y culturales de los menores.
Desde el curso 2023-24, incorporamos nuevas actividades culturales. Por ejemplo, trabajamos en proyectos como «El casal de nuestra falla», que más allá de crear la falla física, fomenta valores como la socialización, la creatividad y la reivindicación cultural a través de dinámicas como el teatro y el rolplaying. También hemos puesto en marcha la Escoleta de Baile, donde los menores, muchos de ellos de etnia gitana, se convierten en profesores para compartir una parte esencial de su identidad cultural.
Un impacto transformador
¿Qué cambios vemos en los niños y niñas? Más allá de cubrir necesidades alimentarias y de salud, el proyecto tiene un impacto profundo en sus relaciones y desarrollo emocional. Hemos observado cómo aprenden a dialogar, a gestionar conflictos y a respetarse mutuamente. Este crecimiento no se queda en el aula; lo llevan a sus familias, a su entorno y a su día a día.
Además, la Escoleta ha reducido significativamente el absentismo escolar, motivando a los menores a asistir cada día y contribuyendo a la conciliación de las familias.
30 años de compromiso con los Derechos Humanos
Este año es especialmente significativo para nosotros: Fundación por la Justicia celebra su 30 aniversario. Desde 1994, hemos trabajado para sensibilizar a la sociedad sobre las injusticias y vulneraciones de los Derechos Humanos, siempre con el objetivo de abrir puertas a quienes más lo necesitan.
En la entrevista, también compartimos algunos de nuestros otros proyectos, como nuestra intervención cultural en el centro penitenciario de Picassent y nuevas iniciativas dirigidas a adolescentes afectados por la DANA.
Puedes escuchar la entrevista en el siguiente botón a partir del minuto 55:40.