El Octubre Centre de Cultura Contemporánea acogió en la tarde del lunes 20 de septiembre el coloquio sobre “Luchas y resistencias de defensoras de los derechos LGTBIQ+ en El Salvador”, en el marco de un proyecto que nació en respuesta a las necesidades de protección de mujeres defensoras de los derechos sexuales y otros derechos asociados a la identidad de género y orientación sexual en el país. Un coloquio que contó con la participación de Paula Morcillo – directora de proyectos de Fundación por la Justicia –, José de Lamo Pastor – Director general de Igualdad en la Diversidad –, Marta Bofí – trabajadora social del servicio de Orienta de la GVA–, Lorena Sanz – abogada del servicio de Orienta –, Karla Avelar y Bianka Rodríguez – defensoras de los derechos LGTBIQ+ en El Salvador –.

Se trata de un proyecto que se enmarca dentro del V Plan Director de la cooperación valenciana 2021-2024, persiguiendo la reducción de la desigualdad y la defensa de los derechos fundamentales de las personas. Promoviendo, a su vez, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 16 – paz, justicia e instituciones sólidas –, 17 – alianzas para lograr los objetivos –, 5 – igualdad de género – y 10 – reducción de las desigualdades –.

En 2008 y tras cumplir 5 años de pena de prisión, Karla Avelar se convirtió en una de las cuatro fundadoras de COMCAVIS TRANS: “Tuve la oportunidad de haber estado presa y haber conocido la situación de mis compañeras, salí muy traumada de ese lugar, pero con mucha fuerza y muchos compromisos”. Así, tras percibir que las circunstancias tenían que cambiar, fue cuando decidieron reivindicarse como mujeres y trabajar por esas necesidades creando la asociación el 5 de julio de 2008 y recibiendo la personalidad jurídica en 2011.

«Tuve la oportunidad de haber estado presa y haber conocido la situación de mis compañeras», Karla Avelar.

Bianka Rodríguez remarcó que El Salvador encabeza el segundo país con más índice de homicidios a personas LGTBI e hizo referencia a la inexistencia de la palabra “justicia”: “En El Salvador no existe Bianka Rodríguez, en mi documento de identidad aun me identifican con nombre y género masculino”. Del mismo modo, destacó que la dificultad para obtener un trabajo digno las obliga a muchas de ellas a ejercer la prostitución – en circunstancias insostenibles y peligrosas – como medio de subsistencia.

“En El Salvador no existe Bianka Rodríguez», Bianka Rodríguez.

Al contrario de lo que ocurre en El Salvador, en Argentina y Suiza sí está permitido el cambio de nombre y sexo, pero para ello se requiere de un previo informe médico. Esto es, un proceso que, tal como lo define Karla Avelar, es “traumático”, puesto que no es la propia persona la que define su género, sino que queda en manos de un examen psiquiátrico. Así pues, la “patología” diagnosticada hacia las personas trans en El Salvador recibe el nombre de “incongruencia de género”.

En referencia a los principales agentes de persecución que obligan a las personas trans a salir de El Salvador, Bianka Rodríguez destacó las pandillas, los líderes religiosos, la extrema derecha y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Una lista a la que Marta Bofí incluyó la persecución de la propia familia. Del mismo modo, se destacó el riesgo que supone volver al territorio salvadoreño una vez que han huido en busca de protección a otro país.

“Lo que está ocurriendo en El Salvador también puede pasar en España”, Bianka Rodríguez.

Todo esto quedó remarcado por Bianka Rodríguez quien avisó que, aunque se tengan todos los derechos, no se tiene nada ganado y que “lo que está ocurriendo en El Salvador también puede pasar en España”.