El Premio Fundación por la Justicia-Bancaja reconoce la trayectoria y dedicación constante de aquellas personas u organizaciones que destacan por su aporte a la promoción y defensa de los derechos humanos. El Jurado, presidido por las premiadas en la última edición -las Hermanas de la Caridad-, y formado por los presidentes de la Fundación por la Justicia y Fundación Bancaja, así como por premiados de otros años como Vicente Berenguer y el presidente del Tribunal de las Aguas de Valencia y representantes de instituciones públicas, Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad y Conseller de Solidaridad y Ciudadanía, ha tenido una ardua tarea para elegir una de entre las 15 candidaturas presentadas.
El premiado de este año, el Servicio Jesuita a Refugiados, trabaja desde 1980 para ofrecer asistencia a los desplazados forzosos a nivel mundial. Su lema es «acompañar, servir y defender» y conforme a éste ofrece una atención a todos los niveles a este colectivo -sanitario, educativo, religioso, social-. El colectivo con el que trabaja comprende a todos los que han sido apartados de sus hogares por los conflictos, los desastres humanitarios o las violaciones de los derechos humanos. Su actuación se despliega en 50 países en todos los continentes y beneficia a más de 500.000 personas. En sus más de 30 años de historia ha estado presente en conflictos como las guerras civiles en Centroamérica, en los Grandes Lagos Africanos y más recientemente en Oriente Medio, siempre defendiendo los derechos de los refugiados, encarcelados, zonas de conflicto y áreas fronterizas desde la cercanía y el acompañamiento.
El premio, con una dotación económica de 18.000 euros, fue concedido por vez primera en 1995 a Adolfo Suárez, y en ediciones sucesivas ha reconocido la labor de personas e instituciones tan destacadas como el Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos de El Salvador, el profesor Muhammad Yunus, Dña. Bogaletch Gebre, el Padre Vicente Berenguer, el Doctor Pedro Cavadas y las Misioneras de la Caridad.
El JRS ya ha decidido destinar el dinero del premio, 18.000 euros, a los refugiados y desplazados en Costa de Marfil y a lo largo de las fronteras de este país con Liberia y Guinea. Kenneth Gavin, director adjunto del Servicio Jesuitas a Refugiados, fue el encargado de recoger el galardón en la ceremonia de entrega que tuvo lugar en la Comunidad Valenciana.
Desde Entreculturas, damos las gracias a la Fundación por la Justicia-Bancaja por este premio y trasladamos nuestra más sincera enhorabuena al Servicio Jesuita a Refugiados, una organización que, sin duda, se merece este reconocimiento.
Kenneth Gavin: «este premio servirá para arrojar luz sobre uno de los problemas más graves de la humanidad actualmente: los refugiados y desplazados»
El día antes de recoger el premio, el Director adjunto del Servicio Jesuita a Refugiados afirmaba en una rueda de prensa que, en la actualidad, «estamos ante la mayor cifra de refugiados de la historia», 15 millones de exiliados y 27 millones de desplazados internos.
«Son cifras muy altas y es fácil perderse pero lo que hay que tener en cuenta es que detrás de estos datos hay personas que lo han perdido todo durante años y años de exilio», ha añadido.
Otro de los problemas más importantes del momento es, según ha explicado, el de los llamados «refugiados urbanos», es decir, personas que viven en suburbios en ciudades como Johannesburgo, Nairobi, Pretoria o Kampala. Según Gavin, el 60% de los refugiados son «urbanos», una circunstancia que hace más difícil la ayuda, ya que atender a las personas en estos suburbios resulta muy complicado.
«La ONU ha necesitado mucho tiempo para comprender este reto y ayudar a resolverlo. El JRS se ha reunido en diversas ocasiones en Ginebra para hacer propuestas que ayuden a resolver esta situación», ha señalado.
Asimismo, Gavin ha indicado que el norte de África es otro de los «puntos calientes» del mundo en la actualidad, debido a los conflictos árabes que están provocando continuos flujos migratorios hacia Europa. A este respecto, ha destacado la «gran preocupación» que hay en Roma por los inmigrantes tunecinos y libios que recibe la isla de Lampedusa y ha indicado que no sólo trabajan para atender la masiva llegada de inmigrantes sino también para promover un sistema de rescates en alta mar.
Gavin ha destacado el honor que supone para el JRS recibir este galardón de manos de la Fundación por la Justicia y la Fundación Bancaja, ya que servirá para «arrojar luz sobre uno de los problemas más graves de la humanidad actualmente».
«Se necesita mucha ayuda material pero también se necesita cuidar y acompañar a las personas y poder decirles que Dios no les ha abandonado», ha explicado.
El JRS nació en 1980 de la mano del sacerdote vasco Pedro Arrupe, quien conmovido por los refugiados en el mar de China decidió fundar una organización que ayudara a estos colectivos.
Fuente: Agencia EFE