El proyecto que encabeza Fundación por la Justicia en el centro penitenciario de Picassent, trabaja a través del arte para promover la transformación social de las internas
El teatro no es solo una herramienta de expresión artística, sino también un poderoso medio de transformación social. Así lo demuestra Paula Sánchez, trabajadora social que se encuentra desarrollando el proyecto de empoderamiento para mujeres internas en Picassent, coordinado por Fundación por la Justicia y financiado por el Ayuntamiento de València a través de la Regidoría de Servicios Sociales. Paula, ha convertido la intervención directa y comunitaria en su vocación, utilizando el teatro como herramienta. Su trabajo en el Centro Penitenciario de Picassent es un ejemplo inspirador de cómo el arte puede abrir espacios de reflexión, sanación y cambio.
UN PROYECTO CON IMPACTO
Este es el tercer año consecutivo que Paula participa en el proyecto en Picassent. En sus dos primeras ediciones, las intervenciones fueron más breves, centradas en talleres de expresión corporal y emocional.
Este año, el formato sigue una estructura similar, pero con una propuesta aún más enriquecedora. La intervención se desarrolla en dos fases bien definidas:
Acompañamiento emocional y psicológico
En esta primera etapa, Paula Sánchez y Lidia Hervás trabajan con las internas a través del teatro del oprimido, una metodología que busca analizar y cuestionar las relaciones de poder. A través de la representación de situaciones de opresión, las participantes no solo reflexionan sobre su propia realidad, sino que también experimentan nuevas maneras de afrontar los conflictos y generar cambios.
Creación de un documental sonoro
En la segunda fase, las internas colaboran con el grupo audiovisual La Cosecha para la producción de un documental sonoro. Este trabajo no solo documenta sus historias, sino que también les permite resignificarlas desde una nueva perspectiva, fortaleciendo su autoestima y dándoles la oportunidad de ser escuchadas más allá de los muros del centro penitenciario.
UN ESPACIO SEGURO PARA LA EXPRESIÓN
El proyecto consta de diez sesiones, realizadas semanalmente los lunes, y su objetivo principal es proporcionar herramientas de expresión a las internas. Se trata de un espacio donde pueden compartir sus vivencias sin temor al juicio, fortaleciendo la confianza en sí mismas y en sus compañeras.
Desde la primera sesión, las participantes mostraron gran entusiasmo por la iniciativa. Expresaron lo gratificante que es contar con un espacio diferente dentro de su rutina diaria, un entorno donde pueden establecer nuevas relaciones, aprender a comunicarse de otra manera y construir vínculos de apoyo. Además, destacaron la importancia de escuchar y reconocer las historias de sus compañeras, lo que contribuye a generar una comunidad basada en la confianza y el respeto mutuo.
Este tipo de intervenciones no solo tienen un impacto positivo en las participantes a nivel individual y colectivo, sino que también ayudan a romper con los estigmas que muchas veces enfrentan. Gracias al teatro y la narración de sus propias experiencias, encuentran una vía para resignificar su identidad y fortalecer su autoestima.
EL ARTE COMO MOTOR DE CAMBIO
El trabajo de Paula Sánchez en el Centro Penitenciario de Picassent refleja el uso del arte como una herramienta de intervención social. A través del teatro del oprimido y la creación de un documental sonoro, las internas participan en un proceso de expresión y análisis crítico de sus propias experiencias. Más allá del ámbito artístico, estas metodologías proporcionan herramientas para la comunicación, la resolución de conflictos y el fortalecimiento de la identidad individual y colectiva.
El impacto de estos proyectos en contextos penitenciarios se inscribe dentro de una tendencia global que reconoce el arte como un mecanismo efectivo para la rehabilitación y la reinserción social. Al fomentar la reflexión y el diálogo, iniciativas como esta contribuyen a la construcción de espacios más inclusivos y al desarrollo de estrategias para la reducción del impacto del encarcelamiento en la vida de las personas privadas de libertad.