Estamos con Pepo Ruiz Jover, realizador del documental «Yo no he sido mutilada» y «Punne» (Albino), obra con la que fue ganador de la pasada edición del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos.
¿Qué experiencia y recuerdos te llevaste de la pasada edición?
La verdad es que los recuerdos fueron muy buenos. El Festival tuvo una gran acogida entre los asistentes. Durante las proyecciones de «Punne» y «Yo no he sido mutilada», la sala estuvo llena de un público muy activo que no dudo en preguntar, en preocuparse por conocer más sobre la precaria situación que exiten en algunos países. Durante las charlas conmigo como director, pude compartir con ellos mi trabajo y mi experiencia en de rodaje tumbando la barrera que una pantalla genera entre el público y su director. La organización fue estupenda y la calidad de los demás documentales fue impresionante.
¿Con qué momento o escena te quedarías de «Punne»?
No tengo ninguna escena favorita, todas tienen algo que me gusta. Pero si tuviera que elegir una, sería la última, Papa Drame se reafirma en lo que quiere, sin importar cual es su condición y su dificil situación como albino. Hay esperanza y fe.
Además has realizado otros documentales de temática social en distintas partes del mundo ¿Cuál es el que te ha marcado o influido más en tu vida profesional y como persona?
Todos los proyectos siempre te marcan y siempre aprendes algo, es parte de la magia de este mundillo: Nunca dejas de aprender. Te das cuenta que el Mundo es muy pequeño y a la vez muy grande, de que todos somos iguales y a la vez tan diferentes en costumbres.
En cada localización dejas un pedacito ti allí, con la gente que conoces, como una impronta en el lugar que también te marcan a ti como persona. De las 6 veces que he estado en Africa por ejemplo, nunca me deja de sorprender, la hospitalidad, los valores, las sonrisas… A nivel profesional, cada día es un reto. No es fácil intentar dar a conocer la violación de derechos que existe alrededor del Mundo, como tampoco lo es enfrentarte a ellos. Lo que más reconforta es ver el trabajo terminado, y un público que has ayudado a darse cuenta de que hay que salir de la zona de confort, que hay que hacer algo por los demás. Punne me mostró la cara amable de una situación alarmante para los albinos. Me permitió convivir con ellos y sentir un atisbo de lo que ellos sienten.
¿Qué piensas qué te llevó a realizar proyectos como «Punne»?
En realidad creo que fue «Punne» quien me eligió a mí. Fue una serie de acontecimientos los que como un barco me llevó a realizar el documental. Años atrás estuve investigando, haciendo presupuestos, redactando el proyecto, viajando a Senegal… Pero fue sin duda la confianza que la Fundación por la Justicia depositó en mis habilidades para completar esa inquietud. Sin la Fundación por la Justicia creo que «Punne» no hubiera sido posible.
¿En qué proyecto estás trabajando ahora?
Estoy trabajando en varios proyectos, concretamente en la búsqueda de financiación. Por un lado, me gustaría hacer algo en Egipto o en Siria sobre la persecución religiosa. Por otro lado, se ha abierto una ventana para hacer varios documentales en el Pacífico, en las Islas Cook.
¿Qué destacarías del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de Valencia?
Es una gran iniciativa sana para la sociedad y beneficiosa para aquellos que sufren una violación de sus derechos. Desde mi punto de vista profesional creo que informar a la sociedad es responsabilidad de los profesionales de la comunicación. Plataformas como lo es el Festival Internacional de Cine y Derecho Humanos, permite que esta información llegue al público de una manera efectiva y tome una decisión respecto a un tema determinado. Es sin duda, un evento cultural de gran difusión que amplía la perspectiva social del Mundo y que enriquece el panorama cultural valenciano.